Es un remanso de paz donde la naturaleza permite a los visitantes observar la fauna y flora autóctona de la provincia del Rionegro y, al atardecer, disfrutar del avistamiento del regreso de numerosas golondrinas, que vienen a descansar en sus nidos, ubicados en la parte alta de esta fuente hídrica. Este lugar es considerado un paraíso para amantes de la naturaleza, senderistas y avistadores de aves. 

Bajo el liderazgo de la ingeniera Maryeny Caraballo se adelanta el proyecto “Corredor Biológico para la protección de los felinos”, el cual busca establecer acuerdos de conservación con ganaderos y agricultores de este sector rural, para la protección del puma Concolor y el Jaguar.  

Por su parte, Manuela Lozano, ecóloga que ha acompañado los recorridos organizados por Ecopetrol junto con la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos para la Energía (ACGGP) y Bertulfo Ramírez Gaitán, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Filandia de la Inspección Terán, asegura que “han encontrado aves amenazadas como el Chavarría, que está en categoría de vulnerable, las pavas de monte y el paujil amenazados por caza ilegal y pérdida de hábitat” 

 Se sugiere visitar la cascada Las Golondrinas con acompañamiento de guías turísticos locales, respetar el sendero existente y evitar desvíos por otros sectores, ya que pueden llegar a otros destinos rurales.